sábado, 27 de febrero de 2016

Una semana cualquiera

Lunes, empieza la semana. Las pilas cargadas indican que vas a entrenar como un animal. Finaliza el entrenamiento y te llevas la satisfacción de haber rendido más que correctamente. Siempre quieres más pero no ha estado nada mal. La semana apunta maneras, te sientes como un toro y sabes que en la competición del sábado puedes aspirar a hacer tu mejor marca personal a pesar de estar en plena fase de "carga".

Martes. El trabajo y otros quehaceres empiezan a pesar. Te dices a ti mismo -no pasa nada, físicamente estoy a plena capacidad- pero lo cierto es que las sensaciones ya no son las mismas que el día anterior. Buscas reproducir en el agua aquella sensación de potencia, el deslizamiento, la sustentación que el lunes te hacía sentir capaz de lograr cualquier objetivo, sin embargo tales sensaciones son esquivas.

Miércoles. El "menú" del día es especialmente amargo. Infinidad de series intensas. Simplemente leer en qué consiste el entrenamiento hace aflorar debilidad física y mental. Hoy sí, hay una parcela en el infierno que te espera y es para quedarte bastante tiempo alojado allí. Ha sido terrible, no sabes cómo vas a afrontar la competición del fin de semana, aunque en este momento no te importa, todavía parece algo lejano, ya habrá tiempo de preocuparse.

Jueves. Parece que hoy no será un día tan duro. El entrenamiento parece pensado para "regenerarte" un poco. Craso error, sabes que en cuanto has podido apretar un poco más de lo que te habías propuesto, lo has hecho. Siempre lo haces. Acabas la sesión igual de mal que la habías empezado. En ese momento piensas -si compito hoy en lugar del sábado, me tienen que sacar del agua-

Viernes. Recuerdas el inicio de semana y cómo ibas a comerte el mundo. Nada más lejos de la realidad actual. Aún así hay una pequeña esperanza, el cercano fin de semana te otorga un plus anímico. De repente parece que te encuentras un poco mejor. -Tal vez mañana pueda hacer algo digno...-

Sábado. Piernas como mármol. Hombros, dorsales, tríceps... todo duele. Es verdad, estás jodido. No puedes con tu alma pero no quieres renunciar a tu objetivo. En este momento recuerdas cual es tu objetivo de verdad. Sabes que quieres tocar el cielo un día concreto. Hacer esa marca que persigues a cada paso que das. Hoy no es el día, hoy toca vivir en el infierno, pero sabes que cuanto más tiempo vivas en él, más alto tocarás el cielo el día que tú sabes... 

#tridenteinfernal
Oliver   


3 comentarios:

  1. Me ha encantado el artículo.
    Interesante su lectura.
    Yo los viernes sumo a todas esas sensaciones que hablas la docena de clases que doy a la semana en el curro...El resultado de mi cuerpo en el agua es un bloque de piedra.😂😂

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    1. La perseverancia es la clave Loly. Hemos de ser más duros que nuestras circunstancias!!

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  2. Me ha encantado el artículo.
    Interesante su lectura.
    Yo los viernes sumo a todas esas sensaciones que hablas la docena de clases que doy a la semana en el curro...El resultado de mi cuerpo en el agua es un bloque de piedra.😂😂

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